La economía argentina puede estar dura para muchos trabajadores y el rubro del espectáculo no es la excepción a los constantes vaivenes de la crisis. Una usuaria compartió en X una reciente experiencia: contó que al salir de un show pidió un Uber para volver a su casa y se sorprendió cuando reconoció quién era la persona que la llevaba.
¿Se desvió del camino el UBER? Los consejos de seguridad que debés tener en cuentaEl episodio tuvo lugar luego del show de Emilia Mernes en Buenos Aires, cuando la joven pidió un auto para volver a su casa. “Cuestión, nos viene una camioneta (topísima), el chofer nos saluda, yo lo veo por el espejo y enseguida se me hizo conocido”, relató en su cuenta de X. De inmediato reconoció que se trataba de Rafael Ferro, el actor que días antes había develado haber trabajado para Uber por falta de oportunidades laborales. “Un copado, re atento”, agregó la usuaria.
En otras publicaciones recordó que Ferro les preguntó si querían escuchar algún tipo de música en particular. “Yo por dentro dije: ‘¿Qué clase de joda es esta, Videomatch un poroto’. ¿Cómo semejante actor va a estar trabajando de Uber? Estamos todos locos”, reflexionó después. Por último, dijo que confirmó la identidad del actor cuando hizo una transferencia a su cuenta bancaria.
Rafael Ferro explicó por qué eligió trabajar con Uber
En una entrevista para el programa de streaming “Picnic Extraterrestre”, Ferro contó que, como tantos otros argentinos, buscaba un ingreso extra. “En un momento estaba sin laburo, la guita cayendo y dije: ‘Tengo que salir a probarme a ver si puedo laburar de otra cosa’. Salí a la calle a laburar de otra cosa y me anoté en Uber”, contó.
Así fue como hizo su prueba, pero al principio con algo de vergüenza. Sus primeros pasajeros le consultaban si era él, para confirmar su identidad. “Y yo les decía para zagar que estaba estudiando un personaje, un taxi driver porteño”, contó entre risas Ferro que aprendió a enorgullecerse de su propia tarea.
Los siete meses que Ferro pasó sin poder trabajar fueron el impulsor que lo llevó a tomar la decisión. Para su suerte, empezó a tomarle gusto a la tarea. “Un domingo a la noche llovía, yo no estaba con los pibes y era el día ideal para ver una peli… pero yo salía con el Uber, era un ansiolítico. Salí a manejar”, aclaró.
En paralelo, Ferro aseguró que al calma que le da manejar pesa más que el ingreso que pueda dejarle ser chofer de Uber.